Bendito Fracaso...

Una de las cosas que más me ha marcado a nivel vocacional, fue que al llegar a 5° año, al día y siempre dentro de los top ten, me haya echado un ramo y lo haya tenido que hacer solo al año siguiente, volver a echármelo, para luego tener que volver a hacerlo solo al año siguiente.
Lecciones de humildad y esfuerzo son obvias…. El replantearme si había elegido bien la carrera, si realmente servía para esto.
Todo esto me hizo verificar mi vocación y luchar con más fuerza por lo que había descubierto que era el camino correcto…
Pero por qué tanto porrazo, tanta pérdida de tiempo y humillaciones.

2 años de mi vida.

A parte de repetir el ramo ¿Qué hice en esos dos años?

Nada importante supongo, ya que no tengo recuerdos claros. Sin embargo, recuerdo algo que hoy me doy cuenta que fue el hilo conductor. Se me ocurrió tomar clases de inglés, a pesar que sabía, siempre te quedan lagunas gramaticales y servía para practicar… Ahí conocí a la Mariela…
Quién se transformó en mi compañera de estudios, carrete y posteriormente en una gran amiga, que me presentó a quién me abriera paso al viejo mundo y por primera vez sintiera la inquietud de conocer Europa.
Juntas fuimos a Brasil y conocimos a la Alita, con quién nos hicimos amigas y posteriormente me presentara a Francisco, quien me hace ser lo que soy ahora UNA MUJER FELIZ.

Perdí el Norte...

Cada vez que la vida me presenta la oportunidad de un cambio en lo laboral, en un comienzo trato de seguir en la línea en que estaba... pero luego me pongo a pensar que a lo mejor es una señal que me quiere indicar que debo seguir un camino con lo que me apasiona, no con lo que se cumplir.... y me desoriento, me confundo, no me queda claro cual es el camino correcto. Hacer lo que se hacer y he hecho hasta ahora, o dar el salto y hacer algo completamente distinto en lo que me sienta realizada.
Tanto curso y estudio anexo... ¿cómo integrarlo todo? Me encantaría que pudieran indicarme el camino... No tengo claro tampoco que es lo que ralmente quiero hacer... si seguir en psicología laboral o hacer algo más clínico más esoterico... si seguir en Santiago... si irme a Viña o al Sur...
Los 30 se acercan a pasos galopantes y no logro darle una directriz a mi vida, no logro darle un base o una estructura... No logro saber lo que realmente quiero.
No me puedo quejar, no podría decir que no soy feliz, sin embargo, el andar a la deriva me molesta... me molesta mucho.

Goli... goli... goli... calle... calle... calle...

Eso fue lo que me dijo...
¿qué me habrá querido decir?
Cuando nació para mi fue extraño, había "nacido", un nuevo amor, pero yo no tenía un espacio preparado para él.
Según mi paradigma, el concepto sobrino lo utilizaba Matías y a pesar que yo soñé mil veces con Martín , no sabía como integrarlo a mi vida.
Había sido tan fuerte el impacto del Mati en mi vida que sentía que ni mis propios hijos lo superarían.
Pero es increhíble como de la nada nace un amor... y un amor muy fuerte que día a día se agranda y no se puede comparar con nada, no se mide no se controla.... sólo se siente.
Lo miras, lo oyes, lo hueles... y es algo maravilloso. Te mira...con una mirada limpia, inocente, feliz... que te hace olvidar todo y por un instante crees con real certeza que el mundo es maravilloso.
El milagro de la vida sólo se dimensiona al vivenciarlo segundo a segundo al mirar sus ojos.

Aló..... tierra...sí, volveré, lo prometo.

A pesar de que me encanta estar sola y siempre busco mi espacio... mi lugar... mi momento... hay cosas que extraño, de las personas, del mundo, de los amigos, de la familia.
Quiero tener una visión superficial de las cosas... no quiero vivir más en las profundidades ni en el firmamento... quiero vivir en la tierra.... sentir el olor y la textura de las cosas.... siento que me estoy perdiendo... tengo tanta energía ... tengo tanto que compartir... y esta guardado... muy guardado...
Sé que la responsabilidad es mía y sólo mía...